Los comercios de ropa de la zona centro de Móstoles (196.500 habitantes) se están quedando desnudos por la acción de los cacos. En los últimos tres meses los propietarios de estas tiendas han denunciado casi una veintena de robos, que se producen siempre de la misma manera: los ladrones actúan entre las dos y las cinco de la madrugada y se llevan las prendas de vestir, dejando la caja registradora intacta. Algunos de los afectados, cuyas tiendas han sufrido pérdidas de hasta cuatro millones de pesetas, sospechan que puede tratarse de una banda que haya pactado de antemano la venta del género robado.Sin embargo, la policía descarta que se trate de un grupo organizado, aunque reconoce que los robos siempre se cometen en un radio de 500 metros (entre las calles de San Marcial, paseo de Goya y avenida de la Constitución) y siempre en establecimientos textiles. Hace unos días, los agentes de un coche patrulla de la policía persiguieron hasta Villaverde a dos presuntos ladrones, pero no lograron detenerles. De momento, han reforzado la vigilancia nocturna en la zona más castigada por los cacos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de diciembre de 1998