Los jornaleros enseñaron que para que todos comieran en el campo había que dar una cuchará a la sartén o a la perola y un paso atrá. Para que todos coman hay que pensar en los demás. Uno no debe quedarse cerca de la comida, como una estatua inamovible, mientras la gente de alrededor no come. El Colectivo de Estudios Marxistas fundó la revista trimestral Cuchará y paso atrá con la lección de los jornaleros bien asimilada. La revista celebró ayer en una bodega de Sevilla la fiesta de su segundo aniversario.
El último número de la publicación -el 6- corresponde a los meses de noviembre, diciembre y enero. Ilustraciones del genio del decadentismo Aubrey Beardsley adornan este número de Cuchará y paso atrá. De tales dibujos se podrían esperar los textos de un Oscar Wilde redivivo. El dandismo, el decadentismo, el culto a la belleza y las estocadas del más vitriólico ingenio ante un mundo plural y complejo nunca han parecido patrimonio marxista. Pero el Colectivo de Estudios Marxistas no gusta de dogmas ni reglas de ortodoxia. "Cuando hablamos de marxismo nos acordamos mucho de Groucho Marx. No coincidimos con los fundamentalistas del marxismo", explica el coordinador de este colectivo, Javier Encina. Antropólogo de profesión, Encina cree que la izquierda debe unirse frente al neoliberalismo contemporáneo. "El marxismo puede ser uno de los puntos de apoyo -junto al anarquismo y ciertas personas de la socialdemocracia- para crear una alternativa a lo que nos está cayendo encima. En nuestro colectivo hay también muchos cristianos de izquierda", afirma Encina. En el último número de la revista destaca el apartado especial dedicado a la Generación del 98 y la II República. El especial ofrece históricas entrevistas con Baroja, Benavente, Blas Infante, Menéndez Pidal y Valle-Inclán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de diciembre de 1998