La comunidad escolar de Sant Vicent del Raspeig (Alicante) viajó ayer a Valencia para enfatizar el malestar, el mismo que ya manifestaron el lunes por las calles de su ciudad, ante las precarias condiciones escolares en que estudian sus hijos. Un centenar de padres y madres de alumnos, pancarta en mano frente a las puertas de las Cortes, responsabilizaron de la debacle al presidente Eduardo Zaplana y al consejero de Educación, Francisco Camps, que se encontraba en ese momento en el debate de los presupuestos de su área. Los alumnos de los colegios públicos Miguel Hernández y Jaime I, dos de los más afectados por la falta de inversión en obras, simplemente piden "un colegio digno".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de diciembre de 1998