Sé que no soy la única que piensa que se debe respirar un aire más limpio, pero, ¡caray!, el metro está lleno de carteles de "prohibido fumar", de fumadores y de colillas por el suelo. ¿No es una incongruencia? O quitamos todos los carteles para fumar sin remordimientos -¿alguien los tiene?- o que los vigilantes digan que no se debe hacer lo que el reglamento prohíbe, sobre todo por razones de higiene y seguridad. En el metro de Londres, en cambio, no he visto fumadores, y parece existir más respeto a la normas en general-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de diciembre de 1998