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FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

El Athletic baja de la nube al Villarreal

Urzaiz se destaca como máximo goleador

El Athletic, en su centenario, aguó la fiesta de fin de año del Villarreal, que había vivido en una nube tras haber derrotado al Barcelona. El Villarreal no mereció despedir el año, su año más histórico, con una derrota. Los héroes del Camp Nou bajaron de la gloria y se dieron de bruces contra los leones, que vienen muy hambrientos en las últimas fechas. El Athletic sacó provecho al gol de su emblemático Pichichi. Ismael Urzaiz, en un momento dulce, marcó las diferencias. Con el gol a su favor, el Athletic cerró filas y aguantó como pudo la avalancha del Villarreal, que atacó con todo.Los vascos se instalaron en el terreno del Villarreal tocando más y mejor el balón. Los visitantes se hallaban más cómodos y mejor posicionados, aunque no hallaban la fórmula para plantarse ante Palop. Eso sí, Etxeberria, por la banda derecha, penetró cuanto quiso.

VILLARREAL 0 ATHLETIC 1

Villarreal: Palop; Pascual, Robert (Alfaro, minuto 62), Tasevski, Arregui; Gerardo, Albelda, Antonio Díaz, Alberto; Craoiveanu y Moisés.Athletic de Bilbao: Imanol Etxeberría; Larrainzar, Carlos García, Ferreira, Larrazabal; Ezquerro, Urrutia (Nagore, m. 65), Alkiza, Julen Guerrero (La Cruz, m. 72); Joseba Etxeberria e Ismael Urzaiz (Javi González, m. 72). Gol: 0-1. M. 54. Urzaiz, de cabeza, culmina en el área pequeña un servicio de Larrainzar. Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Moisés y Gerardo, del Villarreal, y a Urrutia, Carlos García y Joseba Etxebarria, del Athletic. Unos 12.000 aficionados en el campo del Madrigal.

El equipo local, recibido con una traca humana de 30.000 globos, no sabía bajar de la nube; había sido portada de todos los periódicos y aún no lo había digerido. Los jugadores amarillos estaban tan comprometidos en sus marcajes individuales que olvidaron encarar la puerta rival. Las oportunidades se decantaron hacia los pupilos de Luis Fernández. En el Athletic actual cualquiera puede fabricar un gol. Urzaiz tocó sobre Julen Guerrero, muy activo toda la tarde, quien remató espectacularmente un balón que atajó Palop. En el 31, Ezquerro no pudo superar la salidad del guardameta amarillo. Al filo del descanso, otra vez Palop cogió un balón al vuelo. La volea la había firmado a la media vuelta un Guerrero con ganas de agradar. A los pocos segundos, ya con el tiempo finalizado, por poco se consumó la injusticia: el lateral Gerardo, solo ante Etxeberria, disparó alto. Era la mejor ocasión para un flojo Villareal, que no tenía el brío acostubrado.

En la segunda mitad, Urzaiz se adueñó del área y no desperdició un balón en bandeja que le sirvió Larrainzar. A partir de ahí, el Villarreal se olvidó de sus recientes gestas y se puso a trabajar. Su centro del campo se apoderó de la situación y atacó en cascada al Athletic. Craioveanu y Moisés encararon solos a Etxeberria en sendas ocasiones. Un remate sin peligro de Alberto fue rechazado por el portero vasco y propició un gol de Moisés que fue anulado, ante la ira de la grada amarilla. Para entonces, el Athletic hacía agua por todas partes y, agazapado en su campo, había sacrificado el fútbol por el resultado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de diciembre de 1998