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REPORTAJE

Rato quiere un código ético para las empresas españolas en el exterior

Rodrigo Rato y Eduardo Zaplana serán, sin duda, dos de los protagonistas del congreso nacional en el que el PP quiere consagrarse como un partido de centro reformista. El propio José María Aznar les ha señalado al encargarles dos de las cuatro ponencias políticas que luego le servirán para cerrar el congreso con su discurso de entrada al siglo XXI. El presidente de la Generalitat valenciana aboga en su documento por premiar la eficacia y la eficiencia en la gestión privada de los servicios públicos, en especial la sanidad. Por su parte, el superministro de Economía y vicesecretario general del PP expone los temores que acechan a España ante la globalización, pero también detalla sus enormes posibilidades.

La ponencia económica de Rodrigo Rato, vicepresidente segundo del Gobierno y vicesecretario general del PP, es un texto recurrente en los últimos congresos nacionales del partido. En esta ocasión, su documento parte de esa premisa económica pero para elevar su objetivo bajo el título España en un mundo global.Rato empieza por destacar "la transformación de la realidad de España en el último siglo", que ha pasado del pesimismo con que se cruzó el XIX al esperanzador optimismo con que se entra en el XXI. El ponente afirma que España "es hoy un país integrado en el mundo" y ha dejado de ser "ensimismado y periférico para entrar en la modernidad".

En la primera parte de su tesis, Rato determina la posición de España ante ese mundo global. En la segunda, propone los objetivos que España debe fijarse para el siglo XXI. Entre los desafíos que Rato cree que plantea el mundo global están "la tentación del proteccionismo; las distintas regulaciones en materia social y laboral, medioambiental o de protección de la propiedad industrial e intelectual y la rapidez con la que se transmiten las crisis en un marco de elevada integración de los mercados financieros".

Rato contrapone, sin embargo, que "la competitividad internacional en un mercado ampliado, que obligue a un nivel mínimo de infraestructura y servicios, a una red de distribuidores y suministradores suficiente, a un sistema educativo de calidad, a una capacidad tecnológica, a un sólido consenso social y a una estabilidad política, es la mejor garantía para mantener los niveles alcanzados en la sociedad de bienestar y superarlos".

A continuación señala los ejes en los que España debe profundizar:

1º-La cultura y la lengua: el español lo hablan 320 millones de habitantes, que serán 400 en el año 2010.

2º-Más esfuerzo de compras públicas y privadas en la ciencia y la inversión en investigación y desarrollo.

3º-Fomento de nuestras empresas en el mundo y en particular en Iberoamérica: con una contribución que no debe limitarse al desarrollo económico sino también a la promoción de los valores de nuestra democracia, cultura y prácticas comerciales. Por ello, enfatiza Rato, "el PP promoverá un código de conducta de la actividad de nuestras empresas en el exterior, que oriente voluntariamente su actividad a los fines indicados". 4º-La paz y la solidaridad basadas en la promoción de los derechos humanos y las libertades, con un apoyo decidido a cooperantes y voluntarios, la pertenencia a la ONU y el compromiso con los valores de la Alianza Atlántica. Rato desarrolla en otros cuatro principios esa posición de España: 1º-Continuidad en la profundización de España como una sociedad de progreso, abierta, tolerante y defensora de las libertades.

2º-Compromiso con la paz a través de la promoción de los derechos humanos y de las libertades y mantenimiento de la seguridad.

3º-Defensa de una economía libre al servicio de la sociedad del bienestar que promueva el crecimiento económico y la cohesión territorial, genere empleo y desemboque en la convergencia real con los países más avanzados.

4º-Promoción de una política de solidaridad, de cooperación y de responsabilidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de diciembre de 1998