Al menos dos investigaciones se pondrán en marcha próximamente para determinar las razones que tuvieron los organizadores de la regata Sidney-Hobart para no suspender la prueba sabiendo con 24 horas de adelanto que la zona sería abatida por una peligrosa tempestad. En la regata fallecieron seis personas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de diciembre de 1998