Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
LA CUENTA ATRÁS DEL EURO

Duisenberg dice que no dejará el BCE al cabo de cuatro años

La Unión Europea dará hoy otro paso histórico. La fijación de la paridad irreversible de la moneda única con el resto de divisas supone el nacimiento formal del euro, que tendrá su bautismo de fuego el próximo lunes, cuando salte a los mercados. El nacimiento del euro se produce en medio de un clima de absoluta confianza. Políticos y expertos están convencidos de que la nueva divisa tratará de tú a tú al dólar. Ayer, la peseta se despidió de la Bolsa con una nueva buena: el mercado español ha ganado un 37,19% en 1998. Además, la banca europea fijó el nuevo índice de referencia para los créditos en el 3,215%.

Horas antes del lanzamiento del euro, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, echó ayer, por segunda vez, un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de París de colocar al frente de la institución monetaria, dentro de cuatro años, a un francés.

En una entrevista publicada por el diario parisino Le Monde, Duisenberg asegura que no dejará la presidencia del BCE dentro de cuatro años, cuando haya cumplido la mitad de su mandato. "La respuesta es no", afirma a una pregunta sobre su eventual dimisión en el 2003.

En la cumbre de Bruselas de mayo pasado el jefe de Estado francés, Jacques Chirac, indicó que se había llegado a un acuerdo entre Alemania y Francia sobre la presidencia del BCE. Éste consistía en que Duisenberg, que contaba con el respaldo alemán, renunciaría a su cargo al cabo de cuatro años y que, a partir de entonces, lo desempeñaría un francés, probablemente Jean-Claude Trichet, actual gobernador del Banco de Francia.

Carta de explicación

Duisenberg aceptó entonces escribir una carta a los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince en la que explicaba que, por razones de edad, no deseaba acabar su mandato. A principios de mes, Duisenberg ya dio la impresión de retractarse del compromiso adquirido. En declaraciones a The Wall Street Journal afirmó: "Depende de mí decidir cuándo me apearé y, sinceramente, no sé cuándo será". "Puede ser dentro de ocho años". El presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, aseguró ayer que las declaraciones de Duisenberg no suponen ninguna sorpresa.En la entrevista con Le Monde, el presidente del BCE vaticina, además, que el crecimiento económico en 1999 de la zona euro oscilará entre el 2,25% y el 2,5%. "Apostamos por una mejora del crecimiento a finales de 1999 y una aceleración en el 2000", señala.

La reducción de los déficit públicos en el área del euro "no avanza con la suficiente rapidez en la dirección del equilibrio", se lamenta, además, Duisenberg. El euro puede, según el máximo responsable del BCE, crear empleo "en la medida en que estimulará el crecimiento". El paro en Europa obedece, sin embargo, a razones "esencialmente de naturaleza estructural, y en ese ámbito la política monetaria no tiene nada que hacer".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de diciembre de 1998