Con una superficie construida de 40.000 metros cuadrados, el solar sobre el que se levanta el hospital de Alzira incluye un aparcamiento para unos 700 vehículos. Dispone de 250 habitaciones individuales con espacio para el acompañante y 18 camas de vigilancia intensiva (UVI). Además de una decena de quirófanos, el hospital tiene dos paritorios, 40 consultorios, 20 boxes de urgencias y seis de urgencias infantiles.
Los gestores han previsto realizar 13.200 operaciones quirúrgicas el primer año -casi tantas como La Fe, el hospital público de referencia de toda la Comunidad Valenciana, que en 1997 realizó 15.700-, 6.140 ambulatorias, 8.000 resonancias, 6.000 tomografías axiales computerizadas (TAC) y 280 tratamientos de radioterapia. El volumen de estancias hospitalarias rondará las 87.500 y, según sus estimaciones, se atenderán 87.000 urgencias y 630.000 consultas al año.
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La inversión total prevista ronda los 10.000 millones, ya que se ha dotado al hospital de los últimos avances tecnológicos, incluido un acelerador lineal. Además de las consultas externas y las especialidades médicas y quirúrgicas (medicina interna, ginecología, traumatología, oftalmología, cirugía general, estomatología, urología, anestesia, etcétera), el hospital está preparado para realizar, entre otras, las siguientes pruebas diagnósticas: rayos X, ecografías, endoscopias, diálisis, radioterapia, medicina nuclear y Doppler cardiológico. No obstante, oposición y sindicatos echan de menos un servicio de Pediatría y se preguntan qué pasará con los politraumatismos o con los quemados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de diciembre de 1998