El saneamiento integral de la costa malagueña es una cuestión de Estado porque la calidad de las playas es la materia prima de una industria sobre la que se asienta la economía provincial: el turismo. Así lo cree Izquierda Unida, formación que ayer advirtió que si los proyectos pendientes -las depuradoras de Manilva y Estepona y la ampliación de la de Fuengirola- la no están redactados antes de julio, no se podrá cumplir el plazo del año 2002 dado por la Unión Europea para completar la red. Según IU, hacen falta 14.000 millones para terminar las obras. Por eso, el diputado de la federación de izquierda, José Luis Centella, urgió al Gobierno central, a la Junta y a los ayuntamientos a firmar un convenio que comprometa financiación y plazos de ejecución. Para forzar ese acuerdo, IU presentará mociones en los ayuntamientos y una proposición no de ley en el Congreso. Además, repartirá postales para que los ciudadanos exijan al Ministerio de Medio Ambiente la ejecución de los proyectos. Para la coalición, es absurdo gastar millones en promoción si las playas están sucias. Centella advirtió que si en marzo las administraciones no ha comprometido un calendario de ejecución de los proyectos, IU convocará protestas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de enero de 1999