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La fiscalía pide la libertad de los dos encarcelados por el crimen de la movida sevillana porque uno es inocente

La fiscalía de Sevilla ha solicitado a la juez de Instrucción número 18, María Dolores Sánchez, la puesta en libertad provisional de los dos jóvenes de 17 años que permanecen en prisión desde noviembre por la muerte de Alejandro Domingo Méndez, que el 7 de noviembre recibió una puñalada letal en el corazón durante un altercado por unos refrescos en los jardines de Murillo, una zona de concentración nocturna de jóvenes. La fiscalía viene a argumentar que debe liberarse a los dos porque al menos uno de ellos es inocente, dado que solo hubo una puñalada, ninguno de los dos encarcelados ha reconocido la autoría ni que viera a su amigo dar el navajazo y los estudios forenses tampoco son concluyentes a la hora de determinar de quién era el arma que acabó con la vida de Alejandro. La decisión fue adoptada el pasado viernes, poco después de que se presentara la ampliación del análisis de los forenses, que debía determinar si la muerte la produjo la navaja de Isaac V. (de 17 milímetros de ancha y por 83 de larga) o la de Manuel L. R. (de 20 milímetros de anchura por 95 de longitud). Ambos habían reconocido que habían tirado de navaja y que habían acudido a la pelea, pero ninguno admitió haber dado la puñalada mortal a Alejandro. Pero la herida que dejó sin vida al joven sevillano, de 1,5 centímetros de profundidad y 1,3 de anchura es "compatible" con las dos armas. Es más, el informe señalaba que la herida podría haber sido inferida "por cualquier otra arma blanca" diferente de las dos que están incluidas en las actuaciones judiciales. De esta manera, y a falta de datos más concluyentes, la fiscalía se suma a las tesis de las defensas, que también habían reclamado la libertad de sus defendidos por entender que al menos uno de los dos es inocente. La argumentación es que mientras no haya nuevos avances en la investigación policial que puedan señalar sin dudas al posible autor material, los dos acusados deben salir de la cárcel de Sevilla II, en la que están encerrados desde el pasado 12 de noviembre. La otra opción posible consistía en celebrar una vistilla entre las partes ante el juez -en aplicación de la ley del jurado- para trasladar la imputación y que juez y fiscal se decantaran o no por uno de los dos acusados como supuesto autor del acuchillamiento. El escrito de la fiscalía llegó ayer al Juzgado de Instrucción número 18, que debe decidir en breve, posiblemente entre hoy y mañana, sobre la puesta en libertad de los dos acusados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de enero de 1999