El Pacto de Lizarra está agotado. Ajuria Enea, también. Hay que crear un nuevo foro de debate en el que se den dos condiciones: que estén todos los partidos democráticos y se tome una postura firme ante la violencia. Izquierda Unida estuvo a punto de anunciar ayer su abandono de Lizarra. Al final prevaleció una decisión que, aún dentro de su ambigüedad, supone un rechazo tanto a la violencia del entorno de ETA y a los firmantes que no la condenan como a la gestión del Pacto de Lizarra, suscrito por PNV, EH, EA e IU.
Con la fresca, Julio Anguita, coordinador general de IU, ya había anunciado, a través de Antena-3, que su organización abandonaría el pacto de Lizarra si continuaba la situación de violencia en el País Vasco y, sobre todo, si EH seguía sin condenar las agresiones que se han venido registrando en Euskadi. Y, efectivamente, la Presidencia Federal estudió durante todo el día un documento preparado por la organización vasca de IU en el que, aparentemente, se dejaban muy pocas salidas que no fueran las de que esta formación abandonara el Pacto de Lizarra.Pero no hubo tal. Y eso que la información de Javier Madrazo, responsable vasco de IU, fue lo suficientemente dura como para que algunos de los dirigentes apostaran claramente por marcharse. El eurodiputado Pedro Marsé, por ejemplo, se mostró partidario de hacerlo, y, de paso, achacó la derrota electoral de IU en Euskadi a su participación en los pactos.
No es sólo la violencia y la negativa de EH a condenarla lo que ha llevado a IU a reconsiderar su postura, por más que el coordinador de Presidencia, Victor Ríos, se empeñara en repetir que "era una condición indispensable". Más parece que IU empieza a tener la sensación de haber sido utilizada como coartada estatal para un proyecto exclusivamente nacionalista. El texto aportado por Madrazo hace referencia, sobre todo, al documento presentado el pasado 30 de diciembre en la reunión que mantuvieron los partidos firmantes de la Declaración de Lizarra.
Según el análisis de Madrazo, EH y PNV proponen una gestión en la que las organizaciones minoritarias tendrán poco que hacer. Ambos partidos plantean que las decisiones se tomen por consenso o por mayoría simple, lo que, según IU, no respeta el espíritu inicial del pacto.
Denuncia Madrazo que las acciones que propone el documento del 30 de diciembre se parecen más a "demostraciones de fuerza" que a actividades informativas y, en fin, muestra su rechazo hacia la propuesta de crear "pequeños Lizarras en todos los municipios". "Tampoco entendemos", dice el texto de IU, "la oportunidad ni la virtud de esta propuesta".
La Presidencia de IU se movió ayer entre el "por un lado, ya lo ves, y por otro, qué quieres que te diga". De momento decidió no irse pero advirtió al PNV y a EH de la posibilidad de hacerlo. Otra cosa es que eso preocupe a esos partidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de enero de 1999