Aunque facilitada en los últimos años por el Gobierno, la adopción sigue generando polémica en el Reino Unido. En las tertulias vespertinas de la radio, varios expertos calificaban ayer de "ideal imposible" a la familia de clase media con empleos estables y tranquilidad de espíritu, puesta como modelo de padres no biológicos. "No existe, y buscarla es un abuso de lo políticamente correcto", decía un psicólogo invitado a un programa de Radio 4, emisora de la BBC. Si los Bramley consiguen que se revise su solicitud se sabrá por qué les negaron las niñas cuando ya casi eran sus padres legales. Otros casos menos conocidos han corrido igual suerte, a veces por motivos raciales: cuando el matrimonio era blanco y pretendía adoptar a un menor de otra raza, o bien si la pareja era mixta, la herencia cultural de los niños era un impedimento. También se ha tildado a posibles padres de ingenuos por creer que podrían educar sin tensiones a un hijo de otra raza.
La policía no cree que Jeff y Jennifer Bramley vayan a hacer daño a las niñas. Sin embargo, el estrés juega malas pasadas. Para la audiencia radiofónica quedó pendiente una pregunta: ¿puede supeditarse el bienestar de un niño al modelo de padre adoptivo de unos bienintencionados asistentes sociales?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de enero de 1999