Hizo la mili en Almería allá por 1978 y lo de venir hasta el sureste de la península le trae buenos recuerdos de gente "abierta, generosa y hospitalaria". Fue en la tierra levantina donde lo aprendió "casi todo". A sus 42 años, Ramón Fontseré se ha curtido como profesional del espectáculo en su papel protagonista en La increíble historia del Dr. Floit y Mr. Pla, obra que el grupo Els Joglars lleva en cartelera desde septiembre de 1997 y ha llevado a Almería. Pregunta. ¿Le cansa hacer dos papeles tan intensos? Respuesta. Lo miro desde un punto de vista muy profiláctico. Procuro no meterme muy dentro de los personajes. Es un terreno comanche y hacer eso es peligroso. Lo que hago es engañar al público, hacerles creer que me emociono y todo. P. ¿Puede entenderse la obra sin conocer a Pla y el nacionalismo catalán? R. Lo ultralocal es lo más universal, como dijo el autor. Contamos una historia a través de un lenguaje teatral. La obra también narra la dualidad que todos tenemos, sin llegar a ser patológica. También es una obra realista, de un mundo que se acaba y del que Pla habla en sus libros. Estamos en un mundo en el que comerse unas sardinas en la playa no tardará en ser una experiencia metafísica. P. ¿Se le han contagiado tics del personaje? R. Reconozco que ahora todos los días, después de comer, fumo picadura con papel de liar, como Pla. Con eso quedo anestesiado para todo el día. Ahora aborrezco el rubio. P. ¿Tiene todo el mundo esa doble personalidad de su personaje? R. Veo a gente que pasa de un estado de ánimo eufórico a otro depresivo. Por otro lado, también quisimos plasmar la doble moral de los catalanistas de la posguerra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de enero de 1999