El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reiteró ayer que no tiene intención de introducir ningún cambio en su Gobierno para afrontar el último tramo de la legislatura y rechazó la posibilidad de celebrar un debate con su rival socialista, Pasqual Maragall, antes de la campaña. Pujol, en una entrevista en la cadena SER, matizó que cuando habló de celebrar un debate sobre la política de reequilibrio territorial no se refería al candidato socialista, Pasqual Maragall, sino que quería señalar que tiene suficientes argumentos para responder a las críticas de la oposición. Pujol tampoco acepta otro tipo de debates con otros dirigentes políticos. "Los debates se harán cuando vengan las elecciones, y ya está", zanjó ayer durante la entrevista. A la pregunta de si está preocupado por la posibilidad de que el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, reste apoyos a Convergència i Unió (CiU) entre los empresarios en beneficio del PP, Pujol respondió negativamente. "En la vida hay amigos y conocidos", explicó, "y en CiU somos los amigos de la gente de centro, de los empresarios y de los que sienten amor por el país, estamos con ellos a las verdes y a las maduras, mientras que los conocidos se acercan cuando las cosas van bien, pero desaparecen cuando van mal".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 1999