En medio de tantos parabienes, el dirigente de Izquierda Unida Franco González fue el único que se decidió ayer por el abierto escepticismo para enjuiciar el acuerdo escolar. González, concejal en la Casa de la Villa y futuro candidato a diputado regional, calificó la firma como "diez minutos de foto para la precampaña de Ruiz-Gallardón que se pueden traducir en muchos meses de lamentos, porque el PP ha demostrado sobradamente que puede firmar con el diablo, si hace falta, para luego no cumplir nada". El presidente de las asociaciones de padres, Pedro Crespo, optó por un "sí crítico" ("no nos gusta todo el contenido del pacto, ni lo que no contiene", dijo), y se echó en falta la firma del Sindicato de Estudiantes y de la Plataforma de Estudiantes de Izquierdas. Ambos colectivos aún se podrían adherir al pacto en fechas próximas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 1999