(...) La matanza mafiosa en Vittoria (Sicilia), los nueve asesinatos en Milán ocurridos en los primeros días del año, nos con firman que en el recrudecimiento de la criminalidad organiza da se anula cualquier diferencia entre el norte y el sur. (...) La seguridad de los ciudadanos debe ser el primer objetivo de un programa político y administrativo. Y cada vez más, los programas electorales, y no sólo en Italia, proponen como prioritario el tema de la seguridad (...) La presencia de la criminalidad en un territorio es un factor desestabilizador de las libertades esenciales y primarias de los ciudadanos, y provoca un rencor sordo hacia las instituciones a las que se responsabiliza de ese malestar. (...) La presencia continua y eficaz de las fuerzas de seguridad (...) constituye una premisa ineludible para garantizar la protección de los ciudadanos, mientras que el malestar social exige políticas de intervención adecuadas. (...) Cuando, junto a millares de inmigrantes, a los que se les tiende la mano para acogerlos, se introducen en un territorio, ya problemático debido a mafias y bandas criminales históricas, nuevos elementos de desequilibrio, delincuentes y narcotraficantes externos, entonces se crean las condiciones objetivas para el rechazo masivo de la solidaridad misma. (...) Hay que lograr establecer una relación estrecha entre solidaridad y seguridad sin ceder tanto a actuaciones de buena voluntad como a soluciones autoritarias. (...)
, 19 de enero
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 1999