El Tribunal Superior del País Vasco ha anulado la resolución de la Dirección Provincial del Ministerio de Trabajo en Vizcaya que denegó a un ciudadano checo el permiso para trabajar como auxiliar administrativo, con el argumento de que en ese momento había 9.000 parados españoles con esa categoría inscritos en el Inem. Sin embargo, ni la Administración ni el Inem pudieron acreditar que alguno de esos desempleados conociera el idioma checo, que fue el motivo por el que la empresa que quería contratarlo, Vasco Catalana de Consignaciones, requirió sus servicios.
El tribunal, en consecuencia, estima el recurso de la firma consignataria y declara contraria a derecho la negativa de la Dirección de Trabajo de Vizcaya por considerar que no existía "obstáculo alguno para el otorgamiento del permiso de trabajo solicitado", informa Vasco Press.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 1999