El Tribunal de Cuentas ha pasado más de dos años (desde finales de 1995 hasta agosto de 1998) buceando entre los legajos del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, ahora gobernado por el PP, para auditar la gestión económica de la anterior corporación, cuando estaba regida por el PSOE. El tribunal aprobó el pasado miércoles el informe de fiscalización realizado por sus técnicos. Un comunicado de esta institución informó ayer de que la destrucción parcial de documentación de uno de los años investigados, el de 1994, había obstaculizado su investigación.La nota dice también que no había un archivo unitario de expedientes y que la destrucción de documentación se hizo sin control alguno e impidió contar con los justificantes de diversas operaciones. Otro obstáculo fue la aplicación de criterios contables no establecidos en las normativas de contabilidad de las administraciones locales.
Este periódico intentó ayer, sin éxito, conocer el resto de las conclusiones del informe, que ha estudiado los años 1992, 1993 y 1994, durante los que fue alcalde el socialista Florencio Campos. Durante este periodo se hicieron adjudicaciones millonarias, entre las que destacan la del Cementerio Jardín de Alcalá o la del Auditorio Municipal, un edificio que costó en torno a 400 millones de pesetas, se inauguró poco antes de las elecciones y cuyas cuentas aún colean.
Javier Ocaña, edil de NI, aseguró ayer que, aunque no conocía el informe definitivo, recordaba que el provisional señalaba "incorrecciones técnicas y no imputaciones políticas".
El Tribunal de Cuentas terminó su estudio provisional el pasado agosto y entregó una copia al regidor actual, Bartolomé González, para que el Ayuntamiento preparase sus alegaciones. Algo que hizo a finales del año pasado.
IU solicitó entonces en pleno una copia del informe, pero su petición fue rechazada con el voto en contra del PP y la abstención del PSOE. El coordinador general de IU, Luis Suárez, aseguró ayer que Campos, como alcalde durante el periodo investigado tiene otra copia del escrito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de enero de 1999