Hace menos de un año, BilI Çlin ton afirmó solemnemente en África: "Nunca más". "La comunidad internacional ha fracasado en Ruanda", admitió. "No intervino a tiempo para detener una sangría de inimaginable salvajismo". El presidente Clinton prometió "aumentar nuestra vigilancia y fortalecer nuestra posición contra aquellos que cometan tales atrocidades en el futuro". (...) Ahora, en Sierra Leona lo inimaginable está sucediendo de nuevo y EE UU otra vez no está haciendo lo suficiente.
No conocemos el alcance de los asesinatos porque la mayoría de los diplomáticos han sido evacuados. Pero (...) sabemos, por cooperantes y periodistas, que los rebeldes están rebanando las manos de los hombres, mujeres, niños y niñas que capturan. Sabemos que decenas de miles han sido asesinados, cientos de miles desplazados. Sabemos que un estadio de fútbol de Freetown da refugio a unas 50.000 personas, sin comida, vulnerables a la enfermedad. (...) Los rebeldes de Sierra Leona son un grupo de malhechores sin ideología con los que es difícil negociar. EE UU. ha proporcionado ayuda humanitaria. (...)
Lo único que hay entre los civiles de. Sierra Leona y la salvaje fuerza rebelde es una alianza de tropas de África occidental lideradas por Nigeria. Desde su desastrosa misión en Somalia, EE UU. precisamente ha exigido esta clase de solución: que lo africanos se ayuden entre ellos. Sin embargo, no es una misión fácil para los nigerianos. (...) Posiblemente no podrán llevarla a cabo sin una sustanciosa ayuda financiera, logística y política de EE UU. (...)
, 29 de enero
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de enero de 1999