Alrededor de un centenar de vecinos de La Virreina, una de las barriadas más deprimidas de Málaga, se concentraron ayer para exigir a la alcaldesa, Celia Villalobos (PP), que ponga en marcha el plan de mejoras para la zona contemplado en el convenio que firmaron en noviembre el ayuntamiento y la asociación de vecinos. Por ese acuerdo, que se firmó cuando el ayuntamiento dio luz verde al Plan Virreinas, una promoción de 3.000 viviendas junto a la barriada, el ayuntamiento se comprometía a equipar la zona marginal con un polideportivo, un centro cívico y una escuela taller, a convertir el arroyo que atraviesa sus calles en un bulevar y a construir 100 viviendas de protección oficial (VPO) y otras 100 viviendas sociales. También prometió que el 20% de los albañiles empleados en la construcción de la urbanización serían del barrio. Pero los equipamientos están aún sin comenzar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de enero de 1999