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Ni por la derecha, ni por la izquierda

Los compromisarios valencianos extendieron hasta altas horas los debates políticos durante la noche del viernes. La defensa de las ponencias ante el pleno se retrasó ayer unos 40 minutos sobre el horario previsto. José María Aznar se presentó a las diez y media. Diez minutos después se había acabado la cortesía. Ángel Acebes defendió con entusiasmo la correosa ponencia de estatutos. Los compromisarios entraban, bostezaban, salían y comentaban las conclusiones de la larga velada. Rodrigo Rato se extendió durante unos interminables cuarenta minutos de discurso. José Luis Olivas, secretario de los populares valencianos, había ocupado el centro de la primera línea de la grada en la que dormitaba su delegación. El goteo de compromisarios era controlado entre bromas. Más de uno mostró un gesto de alivio al comprobar que Eduardo Zaplana todavía no se encontraba en la tribuna de oradores. El presidente fue acogido con un aplauso unánime. Los valencianos mostraron un inusual entusiasmo ante un discurso que conocían de sobra. Zaplana fue breve y vehemente, pero apenas si captó la atención del fondo derecha. Sus chicos tenían bien aprendido el final. "Al nuevo centro reformista...", era la clave para romper en aplausos, "...ni se entra por la derecha ni se entra por la izquierda...", todos en pie, "...sino por la vía de la libertad...", y el final ya era lo de menos. Rita Barberá también tuvo su momento feliz. La presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias subió a la tribuna para arremeter contra 14 años de gobierno socialista y pedir prudencia a los vascos. Pero era por la tarde. La disciplina geográfica de la delegación se había quebrado y no se apreció ningún calor especial de parte de sus compañeros valencianos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de enero de 1999