Esta noche, la flota de cerco con base en el puerto de Torrevieja volverá a pescar, después de dos meses de inactividad forzosa a causa del paro biológico que secundaron los barcos para permitir una regeneración de los esquilmados caladeros de esta zona del Mediterráneo. La reducción de las capturas de sardinas y boquerones ha motivado en el último año dos paros, uno en primavera y el iniciado en diciembre, que acaba hoy. Las 25 embarcaciones que se dedican a la pesca de cerco zarparán esta noche, esperanzadas en la recuperación de las especies. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Torrevieja, Francisco Juárez, confía en que los barcos regresen mañana a puerto con una buena captura, después de que en 1998 se haya apresado a un 10% de lo que era habitual. "Se ha reducido la pesca hasta el punto de que en los primeros meses del año pasado la facturación fue de 130 millones de pesetas, cuando en 1997 se alcanzaron los 1.500 millones", señaló Juárez. La lógica preocupación obliga a secundar los paros biológicos, periodo durante el cual el pescador recibe ayudas por el 75% del salario, unas 90.000 pesetas al mes, mientras los armadores recibe alrededor de un millón de pesetas por barco, dependiendo del tonelaje. Los subsidios se cubren con fondos europeos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de enero de 1999