De nuevo, el salvador del Real Madrid fue Fernando Morientes. Tras nueve meses sin acertar, el delantero del Real Madrid logra ahora los goles a pares. Marcó dos al Villarreal en el partido de Copa del Rey, otros dos al Atlético de Madrid y ayer repitió ante el Villarreal en la Liga, todo en menos de tres semanas.Hiddink respiró cuando Morientes logró la primera diana. Hasta ese momento, el técnico se mostró muy nervioso. El Madrid se jugaba mucho en Vila-real, y el técnico, su continuidad. "Son tres puntos muy buenos. Si se mantienen las posiciones, la disciplina y el ritmo alto, más pronto o más tarde tienen que caer los goles", explicó Guus Hiddink. El entrenador, el único portavoz de la plantilla madridista que se mantiene en silencio, reclamó un penalti. "En la primera parte creo que hubo un penalti a Mijatovic que Daudén no vio".
La actitud del equipo en Vila-real fue distinta que en Riazor. Los gestos también cambiaron. Lejos de las discusiones, ayer los jugadores del Madrid se abrazaron en los cambios y se animaron en las jugadas. Sabían que su comportamiento iba a ser examinado al milímetro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de enero de 1999