Estableciendo una óptima relación precio-calidad, el trío neoyorquino The Queers ofreció nada menos que 33 canciones en apenas una hora y 15 minutos de actuación. Todas, eso sí, fugaces y eléctricas como un rayo, en la vieja línea de los clásicos de esto: Los Ramones. The Queers, liderados, como siempre, por el ya escaso de pelo Joe, produjeron en el escenario de la sala El Sol otra estruendosa andanada de punki-rock con marchamo neoyorquino, en el que todas las escuetas melodías parecían haber sido escritas por los Beach Boys en un día de altos niveles anfetamínicos. Basando cada tema en un riff de guitarra distinto y en un estribillo gritado a la simplona manera de Joey Ramone, The Queers consiguen en directo armar una juerga explosiva que tiene siempre una contestación a la altura por parte del público. Éste, por cierto, abarrotó el recinto, se lanzó en plancha desde el escenario, bailó, empujó y pateó hasta los cardenales y gozó del mismo tipo de espectáculo del que disfrutan los adolescentes en Estados Unidos y que aquí parece ser más cosa de gente de 20 años largos, incluso 30 y 40.
The Queers
Joe Queer (voz y guitarra), Dave Swain (bajo y coros) y Chris Fields (batería). Sala El Sol. 1.900 pesetas. Madrid, sábado 30 de enero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de febrero de 1999