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El Senado de Estados Unidos votó ayer a favor de mostrar mañana mismo partes del video del último testimonio de Mónica Lewinsky (grabado el lunes) pero concedió una relativa victoria á la Casa Blanca al rechazar una citación de la ex becaria en persona ante el pleno. Hoy no habrá sesión del Senado, y todo apunta a que se cumplirá el calendario previsto de efectuar la votación final de los cargos contra Bill Clinton el próximo viernes.
Como las sesiones del Senado son públicas y retransmitidas en directo por televisión, será la primera vez que el público vea y escuche a Lewinsky narrar su relación con el presidente, ya que su testimonio previo ante el Gran Jurado de Kenneth Starr no fue grabado.
El pleno del Senado se reunía ayer tras un paréntesis de una semana durante el cual se interrogó otra vez a tres testigos del caso Lewinsky. También se verá en el Senado el testimonio de los otros dos, Vernon Jordan y Sidney Blumenthal. La Casa Blanca lo definió como "un ejercicio de exceso". La propuesta demócrata era pasar directamente a los argumentos finales y a la votación sobre si Clinton es culpable de perjurio y/o obstrucción de la justicia.
Pero el bando republicano ha conseguido una última oportunidad de hacérselo pasar mal al presidente con la difusión pública de imágenes de Lewinsky explicando su versión de los hechos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de febrero de 1999