Las pistas de Sierra Nevada despidieron ayer a los participantes de una Final de la Copa del Mundo de esquí que no ha carecido de polémica. Ayer se disputaron sin mayores problemas las pruebas de gigante femenino y eslalon masculino, después de que el pasado viernes la Federación Internacional de Esquí (FIS) decidiera suspender el eslalon de damas alegando que la calidad de la nieve no era la idónea. Una postura que respaldaron las propias esquiadoras y a la que se opuso la organización de Sierra Nevada. La decisión de la FIS ha supuesto un duro golpe para los responsables granadinos, que ayer recibieron el apoyo del presidente de la Junta, Manuel Chaves. "La estación granadina tiene reconocida su capacidad organizativa y debe celebrar una competición de alto nivel cada año", dijo Chaves a Efe, tras imponer las medallas a los ganadores de las pruebas. El mal tiempo también jugó una mala pasada a la organización de la Copa del Mundo. El inicio del descenso, previsto para el pasado martes, tuvo que retrasarse un día a causa de las rachas de viento de hasta 110 kilómetros por hora que hicieron inviable la salida de los competidores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de marzo de 1999