Hace cuatro años, Carles Moyà era el jugador número 63 del mundo. Ayer, menos de un lustro más tarde, el mallorquín logró convertirse en el número uno.La mayor parte del camino lo recorrió el año pasado. Moyà entró en la actual temporada con una base de puntos muy sólida, procedentes de la pasada campaña. La mayor parte de los casi 3.500 puntos con los que aparecerá Moyà el próximo lunes corresponden a torneos disputados el año pasado.
En 1998, el mallorquín ganó su primer título del Grand Slam en Roland Garros (952 puntos), y se impuso en el Supernueve de Montecarlo (538). Y además disputó la final del Masters (360) y la del Mallorca Open (132).
Su temporada se completó con las semifinales del Open de Estados Unidos (493) y de Stuttgart (142). En total, 3045.
MÁS INFORMACIÓN
Lo que ha permitido a Moyà superar a Pete Sampras ha sido fundamentalmente el bajo momento de juego y de resultados del estadounidense. Sampras no acudió al Open de Australia, y entró en el torneo de Indian Wells con 3.449 puntos.
Moyà, cuarto mundial al inicio de la semana, supo aprovechar su momento. Ganó sucesivamente a Courier, Malisse, Kucera y Kuerten, y, de esta forma, fue sumando las bonificaciones necesarias para superar a Sampras. Alcanzando la final de Indian Wells, Moyà sumó 265 puntos, pero ésos no le bastaban para superar a Sampras (Moyà partía esta semana con 3.164 reales, tras restarle los 70 de Indian Wells del año pasado).
Fueron pues las bonificaciones (12 puntos por vencer a Courier, 1 por Malisse, 24 por Kucera, y 18 por Kuerten) las que catapultaron a Moyà hasta el número uno mundial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de marzo de 1999