La violencia siguió causando estragos ayer en Kosovo, dos días antes de la reanudación en París de las negociaciones para intentar alcanzar la paz en la región entre serbios y albano-kosovares, conversaciones para las que los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Reinhartshausen (centro de Alemania), decidieron pedir al Grupo de Contacto un plazo suplementario máximo de cuatro días. Tres bombas lanzadas en dos ciudades del norte provocaron siete muertos y al menos 66 heridos. También al norte de Kosovo, un soldado yugoslavo resultó muerto y otros tres heridos en combates con la guerrilla kosovar.La información fue confirmada por la misión de observación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en Pristina, capital de la provincia serbia de mayoría albanesa de Kosovo. Las dos primeras explosiones tuvieron lugar en Podujevo, donde las bombas, de fuerte potencia, habían sido colocadas en papeleras, cerca de un puesto de policía, según informaron las autoridades serbias, y la tercera en un mercado de Kosovska Mitrovica. En Podujevo hubo dos muertos y al menos 28 heridos. En Kosovska Mitrovica los fallecidos fueron cuatro y los heridos 30, once de ellos de gravedad, según la OSCE (42 heridos, según el Gobierno serbio).
Mientras, la delegación de los albaneses de Kosovo llegó anoche al aeropuerto militar de Villacoublay, en la región de París, para participar en la segunda ronda de las conversaciones de Rambouillet. En el avión Hércules que el Gobierno francés puso a su disposición viajaban también representantes de la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), que fueron conducidos a bordo por miembros de la OSCE en automóviles del cuerpo diplomático. Entre los viajeros del ELK se encontraba Hasim Taci, jefe de la delegación albano-kosovar, sobre el que pesa una orden de busca y captura emitida la semana pasada por la policía serbia.
Los dirigentes del ELK anunciaron la noche del viernes que habían llegado al consenso sobre la firma del acuerdo de Rambouillet, que, según Taci, supondrá un "más o menos, sí". Los demás miembros de la delegación albano-kosovar expresaron su convencimiento de que suscribirán el acuerdo de paz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de marzo de 1999