Los familiares con un accidentado por lesión cerebral a quien se certifique una minusvalía sobrevenida de, al menos, un 65%, podrán, a partir de este año, desgravarse en el nuevo IRPF (impuesto sobre la renta) por las aportaciones a planes de pensiones o a mutualidades a favor de los discapacitados. Como norma general, las aportaciones a fondos de pensiones reducen la base del IRPF con un límite de 1,1 millones de pesetas. Cuando esas aportaciones sean a favor de un familiar minusválido, el límite se amplía, desde este año, a 2,2 millones. Hasta ahora, la única fórmula de previsión social complementaria a favor del familiar discapacitado se limitaba a planes de ahorro en mutualidades: existe por ejemplo, una sin ánimo de lucro para minusválidos psíquicos.Miguel Ángel Cabra de Luna, director técnico de la Fundación ONCE y asesor jurídico de Cermi (Comité Español de Representantes de Minusválidos), asegura que esta propuesta obtuvo el apoyo unánime del Parlamento en la tramitación del nuevo IRPF. Este impuesto, además, eleva el "mínimo familiar" para los discapacitados que trabajen: a 1.150.000 si la minusvalía es de más del 65% y a 850.000 si está entre el 33% y el 65%.
Cuando el lesionado no trabaje, la familia podrá recibir una pensión por minusválido a cargo. A partir de los 18 años, cuando la minusvalía supera el 65% la pensión es de 445.460 pesetas al año. Si es de más del 75% esta prestación sube a 683.220 pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de marzo de 1999