Las oficinas del Instituto Nacional de Empleo ya no sirven para reducir significativamente el número de parados. Encarnan "un modelo agotado", aseguró ayer el consejero de Economía y Empleo, Luis Blázquez, al referirse a los planes del Gobierno regional con vistas a la asunción de las competencias sobre el Inem a lo largo del año 2000. "El registro de los deseos ya no sirve. Hay que ir hacia una orientación real para el desempleado", apuntó.Por todo ello, el consejero regional se mostró partidario de integrar las 30 oficinas del Inem con los 32 Centros de Trabajo y Empleo promovidos por él para que el futuro Instituto Regional de Empleo disponga de 62 puntos de atención al público. Los centros de trabajo, explicó Blázquez, son dependencias "con capacidad de gestión, participación permanente y atención personalizada", en los que ya se han realizado 6.000 entrevistas personales a parados. Blázquez admitió que, por ahora, la mitad de los entrevistados "se desanima y pierde el contacto con la red", pero el 40% se deriva a cursos de formación y el otro 10% va a parar a proyectos de autoempleo.
Según los datos del consejero, en la región viven 42.000 personas que llevan más de dos años en paro, mientras que los hogares en los que ningún miembro trabaja ascienden a 1.200. En otros aspectos de la actualidad económica, Blázquez criticó la "posición muy cerrada" de la patronal respecto a la jornada de 35 horas, y apuntó que la pelota "está ya más en el tejado de las empresas que en los sindicatos". También acusó a UGT de "alarmista" por decir que habían desaparecido 1.500 empresas de Madrid con el nuevo Plan General.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de marzo de 1999