Dice Eduardo Haro Tecglen que cualquier comparación entre Pinochet y Castro es ridícula. Me gustaría que me explicara por qué. Los dos son dictadores. Luego en algo se parecen. ¿Por qué no compararlos? Ni por asomo se me ocurre hablar de los dos para defender, según palabras de Tecglen "al verdadero asesino católico y militar". Precisamente por eso, porque es un asesino.Castro es militar, pero no es católico. ¿Por eso no debemos incluirle en la categoría de asesinos? Quizás más listo y con distintas artimañas, pero uno más. No pensé que el articulista, que no suele caer en tópicos, cayera esta vez con los tres que más repiten en torno a la figura de Fidel: que antes de Castro Cuba era un burdel mafioso y racista y esclavista; que "sus hermanos" de Miami y España condenan al pueblo al hambre, y lo de las conquistas castristas. En fin. Dése una vueltecita por La Habana y después cuéntenos.
No sé si sabe que, entre otras miles de cosas, en ese país una persona puede ir a la cárcel 10 años por el simple hecho de poseer libros de algunos escritores que colaboran periódicamente en EL PAÍS. Por cierto, por qué en este periódico Fidel Castro es siempre "el líder cubano" y nunca "dictador"?
Para terminar, sólo decirle una cosa. Seguro que están pensando que soy una vieja reaccionaria. Pues no; tengo 27 años, he visitado dos veces la isla y he leído mucho sobre el tema. Además, me considero una persona de izquierdas.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de marzo de 1999