Los 137 países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) no lograron ponerse ayer de acuerdo para elegir a su nuevo director general. Los dos candidatos en liza -Mike Moore, ex primer ministro de Nueva Zelanda, y Supachi Panitchpakdi, ex viceprimer ministro de Tailandia- no lograron obtener el consenso de la institución.
Según las fórmulas de trabajo interno, toda decisión de la OMC se debe tomar por medio del consenso, esto es, por todos los miembros de la institución, sean grandes potencias comerciales o países en vías de desarrollo. Todos tienen que estar de acuerdo con tal o cual medida. Como este requisito no se ha cumplido ayer, no se ha podido elegir al sucesor de Renato Ruggiero, quien permanecerá en su puesto sólo durante los próximos días, ya que definitivamente concluye su gestión de cuatro años el próximo 30 de abril.Pero esto no significa que la OMC se encuentre en crisis, ni que sus procedimientos de arbitraje, como la guerra del plátano, o la carne con hormonas, se vean afectados por esta situación. Los dos son procesos completamente diferentes. Resulta, simplemente, que las "partes contratantes" están haciendo sus juegos internos con el fin de apoyar a sus candidatos y, así, posponer para el último momento sus preferencias electorales. Este último momento está fijado para el próximo miércoles porque así lo han decidido los miembros de la OMC.
En la mañana de ayer, el Consejo General de la institución escuchó el informe de los embajadores de Tanzania -Alí Said Mchumo- y de Suiza -William Rossier-, quienes dieron a conocer sus avances en la selección del candidato. Según fuentes presentes en la reunión, los dos punteros eran Moore y Panitchpakdi, con una ligera ventaja del segundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de marzo de 1999