Pedro Costa Morata, Premio Nacional de Medio Ambiente 1998, histórico del movimiento ecologista y con una larga tradición en la publicación de guías naturales, ha completado una excursión costera de norte a sur, desde el río Cenia hasta el cabo de San Vicente, para extraer la escasa pero valiosa belleza natural entre la abundante destrucción antrópica que padece el litoral valenciano. Publicado por Ibercaja en forma del sexto volumen de sus guías de la naturaleza, El óvalo valenciano, que así se llama el libro por la forma del tramo costero descrito, fue presentado ayer por su autor. "Sin echar hierro sobre las partes negativas", como reconoce que tiene por costumbre Costa Morata, el ecologista ha tenido que reconocer la "lamentable" situación de gran parte del litoral, con una ocupación urbanística que en la provincia de Castellón representa la mitad de la costa y que en Valencia se eleva al 75%, la mayor de España tras la de Barcelona. Sin embargo, entre la casi irreversible destrucción de las albuferas valencianas y la enorme pérdida de arena de ciertas playas (hasta 250 metros en 12 años en Xilxes, La Llosa y Almenara), la guía rescata la gran belleza paisajística, natural y cultural de los 41 municipios recorridos. 260 kilómetros de costa con parajes tan diferentes como L"Albufera de Valencia, el castillo de Peñíscola, la impresionante masa de El Montgó, las playas desiertas de Cabanes o las islas Columbretes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 1999