El presidente del Consejo General del Notariado, Juan Bolás, calificó ayer de "política" la decisión de rebajar sus aranceles un 25%, adoptada el pasado viernes por el Gobierno. "No es una medida económica, sino política y aventurada", aseguró Bolás. "Los notarios no son lo que se entiende por ricos y famosos de las grandes ciudades", explicó, "ya que de los 2.300 que hay en la actualidad en España, el 40% ejerce su labor en lugares de menos de 18.000 habitantes". A estos, la medida les supondrá "gravísimos problemas de supervivencia".
El presidente de los notarios reconoció que su labor no es comprendida, ya que cuando se compra un piso "se considera que todos los gastos corresponden a los notarios, cuando la mayoría van a impuestos y a comisiones bancarias". Puso el ejemplo de un piso de 30 millones de pesetas, que en gastos de notaría supone 58.000 pesetas, cuando en otros gastos rebasa los dos millones.
Los notarios cumplirán la decisión del Gobierno y pedirán que se cree una comisión para la revisión de sus aranceles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 1999