San Lorenzo de El Escorial (11.000 habitantes) es conocido en todo el mundo por su monasterio. Este fin de semana se le conocerá por una actividad que nada tiene que ver con su pasado histórico: la localidad se convertirá en sede del Campeonato Mundial de bicicletas de montaña. Ni más ni menos que un millar de ciclistas procedentes de 40 países participarán en las pruebas a lo largo del fin de semana.
Las empinadas laderas del monte de Abantos (1.754 metros de altitud) se convertirán en pistas de descensos extremos. La organización ha establecido un recorrido de ocho kilómetros en el que predominan la cuesta abajo, pero hay un tramo de ascensión de tres kilómetros, un auténtico rompepiernas para los corredores con dos puntos de especial dureza.
La modalidad del descenso es una de las más extremas de este deporte. Consiste en tirarse pista abajo, desde lo alto de un monte, con la dificultad que entraña mantenerse sobre la bicicleta por caminos de cabras a una velocidad de vértigo. Para aguantar semejante trote, las bicicletas están especialmente reforzadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 1999