El tribunal popular suscribió ayer parcialmente al relato de los hechos de Julián G. C., el panadero de Requena al que declaró culpable de matar a su mujer de un tiro de escopeta. A la hora de determinar el objeto de su veredicto, el juzgado decidió que el acusado, efectivamente, disparó a su mujer, y aunque lo hizo sin que sus "facultades mentales" estuvieran "totalmente anuladas", apretó el gatillo después de contemplar a su mujer y a un amigo de ambos en situación comprometida, o sea, ella con la "falda levantada" y el con los "pantalones bajados". En consecuencia, el condenado actuó bajo un "trastorno mental incompleto" y bajo "arrebato u obcecación". El tribunal popular llegó a estas conclusiones tras dar por válidos algunos informes psiquiátricos y después de restar validez - "no le damos credibilidad", estimó- al testimonio del pastor que acompañaba a la mujer del panadero cuando ocurrió el suceso. Éste dijo durante la vista que, simplemente, estaban charlando de manera amistosa. A la vista del veredicto del jurado, mayoritariamente compuesto por mujeres, el fiscal rebajó su petición de pena inicial. Solicita una condena por un delito de homicidio con la concurrente de una eximente, por lo que en vez de 14 años de prisión, ahora pide 9. El abogado de la defensa, Virgilio Latorre, interpretó que los nueve jueces legos han aplicado al procesado dos circunstancias atenuantes, además de la enajenación mental incompleta, la de arrebato u obcecación; por ello pidió el castigo inferior dentro del delito de homicidio, tres años de presidio, para a continuación demandar la libertad inmediata para su cliente, que lleva idéntico periodo encarcelado. La magistrada que presidió el proceso en la Audiencia de Valencia, Carolina Rius, denegó la petición, a expensas de pronunciarse sobre ella en la sentencia. La Ley Orgánica del Tribunal del Jurado establece que un juez profesional dictará la sentencia basándose en el veredicto de los ciudadanos, que se pronuncian sobre qué y cómo sucedió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de abril de 1999