Tres profesores de Ingeniería Industrial de la Universidad del País Vasco (UPV) han acudido a los tribunales para que se respete la nota que ellos pusieron en un examen celebrado el pasado junio. Y ahora 50 alumnos que sacaron entre un 4,5 y un 5 en la asignatura Teoría de Circuitos (de 2º curso) están pendientes de una decisión del Tribunal Superior de Justicia vasco para saber si han aprobado o no. En principio suspendieron, pero tras acudir al comité de reclamaciones ante la escasez de aprobados (70 sobre 700 alumnos), éste dictaminó que fueran aprobados. La incógnita sobre si están aprobados o no es fruto de la decisión del tribunal de suspender de modo cautelar la "alteración de calificaciones" por parte de la comisión de reclamaciones, una decisión que para los denunciantes les causa "descrédito ante sus alumnos y ante la escuela". Cualquier estudiante puede apelar a esta instancia si está en desacuerdo con la nota impuesta. Los 50 afectados pueden volver a examinarse de la asignatura dentro de dos semanas. Esta prueba ha sido convocada a instancias del Superior para garantizar sus derechos sin tener que esperar a la sentencia. El director de la Escuela de Ingenieros, Javier Muinozguren, criticó ayer que los denunciantes utilicen a los estudiantes "como moneda de cambio" y aseguró: "Creemos que los alumnos tienen razón y les apoyaremos en cuantas actuaciones sean necesarias para solucionar su problema". El Rectorado fracasó en su intento de alcanzar una solución negociada con los docentes, según un portavoz de la UPV. El Tribunal Superior vasco será quien decida si la decisión de aprobarles es válida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de abril de 1999