Los consumidores estamos más que hartos de la suerte de engañifas a que nos somete el ministro de Sanidad, particularmente en el ámbito específico de los medicamentos, y más en concreto respecto a su precio. Medicamentazos aparte, la evidencia es que, a finales de 1997, las tan socorridas aspirinas costaban 335 pesetas. Hace pocos días, las mismas aspirinas (envase igual, marca Bayer) han costado 395 pesetas. O lo que es lo mismo: alrededor de un 18% más caras.
Me gustaría saber cómo sería capaz de explicarme tamaño desaguisado el señor Romay Beccaría, a quien se le hace la boca agua hablando de sus "logros" al frente del Ministerio de Sanidad.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de abril de 1999