La Ertzaintza ha desmantelado en lo que va de año once redes de traficantes de drogas que operaban en el País Vasco. Algunos de los grupos desarticulados tenían tentáculos en otros países, y usaban Euskadi para recibir la droga desde Suramérica o el norte de África -directamente o tras recalar en otras localidades españolas como Algeciras, Málaga, Madrid o Castellón- o como punto de distribución hacia la cornisa cantábrica o hacia Europa, vía Francia, informó ayer en el Departamento de Interior. El resultado es estas operaciones incluye la detención de 56 personas, el encarcelamiento de los cabecillas, el decomiso de más de 1.100 kilos de hachís, diversas cantidades de cocaína, speed y éxtasis, la incautación de más de 40 millones de pesetas en metálico y numerosos vehículos de gran cilindrada. Por otra parte, en los dos primeros meses de este año, la policía vasca ha abierto en base a la Ley Orgánica para la Protección y Seguridad Ciudadana un centenar de actas en locales públicos por tolerar el consumo de drogas en su interior. Además, 651 personas han sido expedientadas por consumo y/o tenencia de drogas en lugares públicos. Dentro del entramado mundial de distribución de droga Euskadi es, básicamente, uno de los puntos situados en el final de la cadena: es un territorio donde sobre todo se consume, y principalmente hachís. No obstante, también existe cierta implantación de redes, generalmente reducidas, dedicadas al tráfico a una escala algo mayor y en ocasiones con ramificaciones a nivel internacional. A raíz de la tregua indefinida de ETA, la Ertzaintza ha reforzado la lucha antidroga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de abril de 1999