El irlandés Lord Killanin, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) entre 1972 y 1980, murió ayer en Dublín a los 84 años. Fue un mandatario casi provisional antes de los cambios que necesitaba el COI tras el norteamericano Avery Brundage, y que llevó a cabo después Juan Antonio Samaranch. Pero con él empezó a suavizarse la rigidez olímpica anterior.
Sir Michael Morris, conocido como lord Killanin, nació el 30 de julio de 1914 en Londres, aunque era irlandés de nacionalidad. Killanin, que padecía la enfermedad de Alzheimer, estaba casado desde 1945 con Mary Sheila Dunlop y tenía cuatro hijos. Estudió en el prestigioso centro de Eton y en las universidades de Eton y Cambridge. Trabajó como corresponsal de guerra, escritor y productor de cine. Como deportista practicó el remo, el boxeo y la equitación.
Entre otros cargos, lord Killanin, que llegó al COI en 1952, ocupó la presidencia del Consejo Olímpico de Irlanda entre 1950 y 1973 y fue presidente de honor del Comité Internacional del Juego Limpio.
Empezó su mandato con el ataque terrorista contra los deportistas israelíes en los Juegos de Múnich72, siguió con el boicoteo de los países africanos a Montreal76 y lo terminó con el boicoteo más grave a los de Moscú80. Un movido mandato que le superaba. Después de sólo ocho años dejó un cargo envenenado, pero que ya no podía con él. Al menos, eso sí, mostró su disposición a que el COI debía cambiar.
Samaranch, que siempre ha elogiado su talante, mostró ayer su pesar: "Lo siento muchísimo porque trabajé a su lado mucho tiempo y además fui su sucesor. Estaba bastante enfermo en los últimos tiempos y el COI ha hecho todo lo posible por ayudarle a él y a su esposa, como es su obligación", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 1999