Por fin, al parecer, se abre definitivamente la vía a la extradición de Augusto Pinochet. Los británicos se deciden a cumplir con las leyes internacionales y rectifican el impresentable fallo de inmunidad-impunidad que vergonzosamente pretendió otorgarle uno de sus jueces. No se puede estar luchando contra el dictador Milosevic y actuar al mismo tiempo de otro modo en este caso, como subrayaba una pancarta de la manifestación celebrada en Madrid el mismo día 15 de abril: "¿Guerra a Milosevic?¿Impunidad a Pinochet? ¡No podía ser, no podía ser!".- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de abril de 1999