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Crítica:

Huevos de oro

1.15 / Drama / La 2 España-Italia-Francia, 1993 (88 minutos). Director: J. J. Bigas Luna. Intérpretes: Javier Bardem, María de Medeiros, Maribel Verdú, Raquel Bianca. Entre Jamón, jamón y La teta y la luna, Bigas Luna continúa su periplo por la gastronomía carpetovetónica (la que se come con las manos). El ascenso y caída de un constructor con modales de presidente de un club de fútbol da pie a un corrosivo viaje a través de la erección y sus disfunciones. Suena brutal y, en efecto, lo que son las cosas sacadas de madre, lo es. En un mundo tapizado en especulación inmobiliaria, Rolex de oro, karaoke y hits de Julio Iglesias, queda un vitriólico homenaje al hortera que todos llevamos dentro (que levante el dedo el que no haya imitado a Chiquito de la Calzada alguna vez en su vida). Sólo, eso sí, sobra la vocación por acabar la jugada en rumbosa moraleja. Por lo demás, Bardem (acompañado de sus no menos rumbosos güevos) impresiona.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de abril de 1999