Las 70 localidades catalanas que han programado para hoy una "jornada de autorreflexión" en la que restringirán el tráfico privado en parte de sus calles, miraban ayer con preocupación las informaciones meteorológicas, conscientes de que el principal enemigo es la lluvia que cayó anoche sobre diversas poblaciones y que amenazaba con proseguir en buena parte de Cataluña durante el día de hoy. El servicio meteorológico del Departamento de Medio Ambiente informó de que las perspectivas de lluvia afectaban, sobre todo, a la zona prepirenaica y mucho menos al área más poblada de la costa. Las previsiones indicaban posibles tormentas en la zona del Pirineo leridano, pero sólo nubosidad en el litoral. Diversas asociaciones defensoras del transporte público emitieron ayer un comunicado en el que explican que la jornada no es un "día antiautomóvil", sino a favor de esquemas más racionales de movilidad. También el alcalde de Barcelona, Joan Clos, publicó un bando en el que anima a los ciudadanos a participar en la jornada dejando el coche y respetando las limitaciones al tráfico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de abril de 1999