Mil Dolores Pequeños tiene un nuevo trabajo en el que se ha dejado llevar por las percepciones cambiantes del tiempo. Opio, su cuarto álbum, sigue la senda de investigación con la que empezó hace siete, en busca de sonoridades originales, a medio camino de cualquier género. Ellos presentan su nuevo trabajo hoy a medianoche en la sala El Sol, de Madrid, con un espectáculo concebido como un "cabaré loco".
Javier Colis y Ajo formaron Mil Dolores Pequeños en 1992, con una idea tan clara como imprecisa: la de abrir las formas del rock y ampliar sus perspectivas musicales. Desde entonces se han mantenido fieles a ese espíritu, aun a riesgo de ir a la deriva y de no entrar en ninguna de las clasificaciones habituales. "Nuestra intención es la de hacer un rock de investigación en el que quepan todo tipo de influencias, pero que no imiten a nadie en concreto. No copiamos", explica Javier Colis, guitarra del grupo. "Decimos que Mil Dolores Pequeños es un grupo de rock, pero venimos del blues, del jazz o de composiciones como las de Stockhausen y las de otros artistas radicales. Es una sonoridad rock pero con cosas raras. Sin embargo, no buscamos la rareza, sino enriquecer las formas del rock", añade Colis.
Pero que no se llamen a engaño quienes piensen que se encontrarán en un concierto con un grupo de sesudos científicos de la música. El espectáculo que ellos montan en el escenario tiene que ver más con un "cabaré loco", como afirma Ajo, que con una exhibición pretenciosa de artes de vanguardia. "No actuamos con mucha frecuencia y por eso la gente no sabe bien que lo que hacemos tiene mucho que ver con Kurt Weill o Frank Zappa. Tiene un punto teatral, aunque no utilicemos ningún recurso de luces o decorados".
Mil Dolores Pequeños cuenta en Opio con otros tres músicos: Markus Breuss (trompeta), Susana Cáncer (teclados) y Nacho Colis (batería). El nuevo disco de la banda reúne una serie de temas elásticos que hablan de la flexibilidad del tiempo. "Grabamos el disco en opio y en las canciones se reflejan las experiencias que tuvimos", prosiguen. "El opio transforma la percepción y el sentido del tiempo. No pretendemos hacer una apología de las drogas ni un estudio de sus efectos, sólo hablar de nosotros mismos".
Los miembros de Mil Dolores Pequeños, conscientes de los riesgos que se planteaban con su existencia, formaron un sello discográfico independiente el mismo año 1992, llamado Por Caridad Producciones. "Veníamos de otras experiencias discográficas en las que aprendimos algunos de los gajes y errores de la gestión. En Por Caridad publicamos todo aquello que nos gusta, sea rock, jazz, improvisaciones, electrónica o hip hop. Gente como Alma Vacía, Destroy Mercedes, Accidents Polipoètics, Marc Cunningham o Vamos a Morir. En todos estos años la frase que más se nos ha repetido en la industria es la de "Estáis locos", y eso nos parece buena señal".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de abril de 1999