A la zona azul, el sistema de aparcamiento de superficie que fue implantado por el Ayuntamiento de Sevilla en 140 calles de la ciudad el pasado lunes, no paran de salirle detractores. Esta vez han sido la Asociación de Consumidores y Usuarios de Sevilla (ACUS) y la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos quienes ayer denunciaron una serie de lagunas legales y la falta de información por parte del Ayuntamiento de Sevilla. Ambas asociaciones pomoverán una campaña de rechazo a la iniciativa municipal. El presidente de ACUS, Francisco Sánchez Legrán, planteó las dudas legales que son, por un lado, la creación de una tasa sin seguir el procedimiento legal preceptivo: trámite de audiencia, posibilidad de presentar recursos, anuncio público. Y por otro lado, la imprecisión de la figura de la zona azul, que si es igual que un aparcamiento, debería tener un seguro de cobertura de los vehículos por robo o daños. Sánchez Legrán criticó la actitud de la alcaldesa, Soledad Becerril, por no dar información ni hacer ningún tipo de consulta ciudadana, "ni siquiera al Consejo Municipal de Consumo". "Se buscaban mecanismos para evitar la entrada de tráfico en el centro, pero con la zona azul, se dan más opciones de aparcamiento por lo que se actúa antiecológicamente contra el casco histórico de la ciudad", comentó el presidente de ACUS. Sánchez Legrán achacó la instauración de "este nuevo impuesto" a la actitud "mercantilista" del Gobierno municipal y reprochó que los parquímetros utilizados no devuelvan el cambio: "El Ayuntamiento se va a convertir en el gran gorrilla de Sevilla".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de mayo de 1999