Guerrero y vengador que luchó al servicio de moros y cristianos, Rodrigo Díaz, El Cid, nació hacia el año 1043 en Vivar (Burgos) y murió desterrado en el verano de 1099 en Valencia. Para conmemorar el 900º aniversario de su muerte, ocho diputaciones provinciales, gobernadas todas ellas por el PP, han creado el Camino del Cid con un espíritu turístico y cultural que recorre el camino en el que se mueve El Cid desde su destierro de Burgos, en 1081, hasta la conquista de Valencia: Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante.En todas estas provincias, que pertenecen a cuatro comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia) queda un legado arquitectónico. Arte románico en los monasterios de San Pedro de Cardeña y Santo Domingo de Silos (Burgos); arte románico rural en San Esteban de Gormaz (Soria) y en el castillo de Sigüenza (Guadalajara); a partir de Zaragoza, entonces tierra de moros, quedan vestigios de arte mudéjar en Calatayud, Daroca y Teruel; restos de viejas civilizaciones, pinturas rupestres, castillos y fortalezas en Castellón.
El presupuesto que se ha destinado al Camino del Cid es de 900 millones de pesetas, de los que ya se han invertido 50. En el caso de Burgos, de donde partió el proyecto, se han reconstruido varios monumentos y monolitos en ruinas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de mayo de 1999