El delantero del Atlético Kiko Narváez salió ayer en defensa de sus compañeros de equipo, ante las críticas lanzadas por el presidente, Jesús Gil, y su hijo. "El presidente no vale para jugar de media punta, ni su hijo puede hacer de lateral derecho. Los problemas los resuelven siempre los jugadores", dijo. "Llevo tres años aquí y lo del presidente es un cuento de nunca acabar. Es temperamental. Lo mejor es no asustarse".-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de mayo de 1999