La Asamblea Nacional francesa aprobó en la madrugada del miércoles, por 52 votos a favor y 13 en contra, el proyecto de ley que garantizará la atención sanitaria universal y gratuita para los seis millones de franceses con ingresos inferiores a 3.500 francos mensuales (unas 70.000 pesetas). La nueva ley también permitirá el ingreso en el sistema público de salud francés de 150.000 personas indocumentadas que actualmente no tienen ningún tipo de cobertura. Actualmente, la Seguridad Social de Francia cubre entre el 70% y el 75% de los gastos médicos de los usuarios. El resto corre por cuenta del ciudadano, que en la mayoría de los casos recurre a una mutua. Pero el 40% de los parados carece de mutua, situación que se agrava en el caso de las personas sin domicilio fijo o indocumentadas, que quedan excluidos, por distintas razones, de la cobertura sanitaria pública.La nueva ley declara obligatoria la inscripción en la Seguridad Social a partir de los 16 años y asume el coste que ahora recaía en las mutuas. Los sin domicilio podrán probar su condición de tales con un papel extendido por una asociación humanitaria. La ley beneficiará a "todo residente estable y regular" en Francia, sea cual sea su nacionalidad. El coste para el Estado será de 225.000 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de mayo de 1999