La máquina de la verdad es el título del taller de fotografía con el que Martí Llorens (Barcelona, 1962) ha participado en un ciclo de talleres desarrollados por el Centro Andaluz de la Fotografía en Almería. Especializado en el seguimiento y documentación de procesos de construcción de arquitectura e ingeniería, Martí Llorens considera que "hablar de fotografía es hablar de realidad, de un hecho objetivo", aunque reconoce que esa objetividad no es del todo auténtica: "Siempre se miente, por instinto". Después de estudiar Bellas Artes, Martí Llorens comenzó a trabajar de modo profesional en la fotografía. Pregunta. Ha impartido un taller titulado La máquina de la verdad. ¿Esa es la idea que tiene de la fotografía? Respuesta. Hablar de fotografía es hablar de realidad. Es hablar de un hecho objetivo, de veracidad. Basta pensar un poco para ver que una fotografía siempre alude a algo que ocurrió y en el taller se planteaba reflexionar sobre eso y sobre la credibilidad que tiene una imagen fotográfica. P. ¿Eso quiere decir que no se miente nunca con una fotografía? R. No. En periodismo, por ejemplo, siempre se dice que la fotografía documental es una fotografía que muestra la realidad y eso muchas veces no es así. La fotografía miente por instinto. La diferencia, a lo que yo me refiero, es a si se miente con buena o con mala fe. Para mí el buen fotógrafo es el que sabe mentir bien. P. ¿Cómo se inició en la fotografía? R. Empecé a trabajar de modo profesional después de estudiar Bellas Artes. Todo comenzó con el tema preolímpico de Barcelona. En eso estuve cinco años, haciendo un trabajo documental y, por otro lado, inicié una labor personal que marca un camino paralelo al profesional. Después comenzaron las exposiciones dentro y fuera de España. P. ¿Deslinda la fotografía como trabajo profesional y como algo personal? R. Son dos cosas distintas. Aunque hay algunas personas que pueden hacerlo, es muy difícil vivir de tu obra personal como fotógrafo. En lugares como Estados Unidos llevan más tiempo exponiendo fotos. Pero en España que alguien compre una fotografía antes que un cuadro es aún un problema de tradición o de cultura fotográfica. P. ¿El fotógrafo tiene un sentido del arte o una visión especial? R. La palabra artista se suele utilizar con cierto resquemor o con un sentido que no sabes bien qué quiere decir. Creo que se puede ser un artista siendo conductor de autobús. Hay artistas que no son fotógrafos y fotógrafos que no son artistas. Si te planteas un trabajo documental sólo vas a hacer una foto sobre ese tema, aunque después puedas hacer una foto artística en otro tipo de trabajo. En cuanto a la visión, puedes o no tener más capacidad de observación que otra persona. Lo que sí creo es que, quizás, el fotógrafo tiene que hacer antes la foto para poder ver.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de mayo de 1999